Project details

Anclaje puntual varillas

El anclaje puntual, de gran resistencia y simplicidad, consiste en el empotramiento de un elemento de fijación de acero inoxidable con resina (anclaje químico) o mortero. El anclaje puntual puede estar fabricado a partir de varilla roscada o varilla corrugada en calidades A2 (AISI 304) o A4 (AISI 316), obteniendo de este modo, dos tipos de anclaje puntual. El anclaje puntual está compuesto por:

Una varilla estampada (corrugada o roscada)
Un pasador calibrado
Dos casquillos de ajuste

Los casquillos de ajuste son los elementos intermedios entre el anclaje puntual y la placa. Estos cumplen con las siguientes funciones:

Unión elástica que absorbe las tensiones máximas y permite un apoyo flexible de la placa sobre el anclaje puntual
Elemento separador para la junta de seguridad entre placas
Impide que haya infiltraciones de agua dentro del taladro

VER FICHA TÉCNICA

Anclaje puntual para pizarras

VER FICHA TÉCNICA

Anclaje puente

Anclaje regulable puntual de gran simplicidad y resistencia idóneo para aplacados en piedra. Se colocan directamente sobre ladrillo, hormigón o cerramiento rígido-resistente. Soportan las cargas del aplacado tanto vertical como horizontalmente. Son regulables en las 3 dimensiones, con estos anclajes puedes corregir desviaciones en ejes X, Y, Z, sin afectar a la carga que soportan.

VER FICHA TÉCNICA

Grapa escuadra

Sistema de seguridad para fachada pegada. El sistema de fijación grapa escuadra está compuesto por una uñeta de inicio (Ref.1652) y otra intermedia (Ref.1651) que nos fija la placa inferior y sirve de apoyo para la superior. Se monta directamente sobre el ladrillo con taco de nylon 8 X 40 y tornillo cabeza cónica A2 de 4,8 X 50. Sistema sencillo compuesto por tan solo dos tipos de uñetas, su simplicidad hace que su
montaje sea muy rápido.

VER FICHA TÉCNICA

Grapa Z

Grapas de seguridad para la colocación de piedra amorterada, en acero inoxidable. Dependiendo de la geometría y de la dimensión seleccionada, las grapas Z son utilizadas como un elemento de seguridad para retener la piedra en caso de perdida de sustentación del mortero que la fija a la fachada.